Los fuegos labiales son comunes en casi el 90 por ciento de la población antes de los 4 ó 5 años. Llegan a afectar a casi 18 millones de mexicanos. Además, el también conocido como herpes labial puede aparecer en todas las razas, ambos sexos y a cualquier edad.
Los fuegos labiales son lesiones en la piel de origen infeccioso producidas por el virus del herpes simple tipo I. Este virus se puede adquirir por contacto directo (de piel a piel) o a través de utensilios de uso común como tasas, toallas u objetos contaminados.
Se les conocen como fuegos labiales porque producen una sensación ardorosa (quemante) en el sitio de aparición, combinada con prurito (comezón). Además puede existir dolor en la piel sana antes de la aparición de lesiones.
Se caracterizan también porque aparecen vesículas en cualquier parte de la boca y muy frecuentemente en labios que duran de 5 a 7 días. En algunos casos estas vesículas se rompen dejando costras que no generan cicatriz.
Es importante acudir con el experto de la piel y las mucosas (el dermatólogo) cuando se presentan en forma recurrente, es decir, más de dos veces por año; cuando aparecen en dos o más sitios al mismo tiempo, cuando la localización es genital o cuando ocurre en varios miembros de la familia.
Es recomendable evitar el uso de remedios caseros o tratamientos de dudosa procedencia ya que puede generar complicaciones en las lesiones y retardar el proceso de curación de las lesiones.