Cicatrices son más comunes en la tercera década de la vida
• Embarazo, etapa sensible para el desarrollo de cicatrización queloide
Las cicatrices son más comunes en la tercera década de la vida. Y aunque la frecuencia de su aparición en cuanto a su distribución por sexo aparentemente es igual, son las mujeres las que más acuden a consulta por este motivo, explicó la doctora María Isabel Arias, miembro de la Fundación Mexicana para la Dermatología, A. C. (FMD)
Con motivo de la campaña de educación ¡Cuídate, infórmate! que impulsa la FMD con apoyo de la industria farmacéutica, como laboratorios Darier, Fedele, Intendis y Johnson & Johnson; la doctora Arias relató que también las cicatrices se presentan con mayor frecuencia en personas de raza negra, especialmente en la cara, determinada esta situación por factores raciales.
“ En el caso de las mujeres embarazadas hay que mantener cuidados precautorios y evitar cirugías innecesarias ya que algunas cicatrices pueden verse aumentadas durante esta etapa debido a la influencia hormonal y pueden volverse queloides ”, agregó la especialista
La doctora Minerva Gómez, miembro de la FMD; explicó que para algunos pacientes existe la posibilidad de una predisposición hereditaria para desarrollar cierto tipo de cicatrices, como es el caso de las hipertróficas y queloides.
“ Las cicatrices son la reparación de la piel como resultado de la formación de fibras colágenas de la dermis, que es la capa más profunda de la piel. Aunque las cicatrices pueden aparecer en todo el cuerpo, los sitios de mayor frecuencia donde se observan son en cara anterior y posterior del pecho, los hombros y lóbulos de las orejas ” dijo la dermatóloga Gómez.
Ambas expertas coinciden en que las cicatrices aparecen como resultado de un traumatismo por accidente, debido a quemaduras o a consecuencia de cirugías (apendicectomía, histerctomía, etc.). También son secundarias a un proceso inflamatorio, perforaciones corporales (piercings) o también como secuelas en acné, varicela y otras.
La doctora Minerva Gómez dijo que existen varios tipos de cicatrices: normal, atrófica, hipertrófica y queloide. Y esta clasificación esta determinada en función al grosor normal, disminuido, grueso o exagerado que tienen éstas, así como a partir de los bordes de la herida.
Según la doctora Isabel Arias se definen de la siguiente forma:
Cicatrices normales : son aquellas que no presentan molestia física o visual, es decir, son las que no duelen y casi no se ven.
Cicatrices atróficas : aparecen como zonas deprimidas en la piel, es decir, están hundidas. Presentan coloración rosada o blanquecina, debido a la pérdida o degeneración de colágena y elastina.
Cicatrices hipertróficas : son lineales si son secundarias a una cirugía. Serán de forma irregular debido a post- traumatismo o quemadura. Son desfigurantes y ocasionan contracturas, pueden ser pruriginosas (dar comezón).
Cicatrices queloides : son firmes, los bordes están demarcados, pero son irregulares. La superficie puede estar adelgazada y a veces ulcerada. Son de coloración rosada, violácea o hiperpigmentada, pruriginosas, dolorosas y/o hiperestésicas (con mayor sensibilidad en el área).
Hay ocasiones en que la cicatrización anormal puede afectar alguna zona del cuerpo que limita su función, por ejemplo, si la cicatrización es extensa en el cuello o manos limitaría sus movimientos y funcionalidad, destacó la doctora Arias.
Aunque las cicatrices por lo general no comprometen la salud de las personas, hay que estar alerta ya que muchas cicatrices son dolorosas o causan comezón importante. Así mismo, las cicatrices pueden afectar de manera importante la autoestima de las personas sobre todo en sitios muy visibles como la cara, brazos o pecho.
Hay que mantener precaución de los procedimientos milagrosos, los remedios caseros o productos que anuncian en los medios masivos de comunicación ya que muchas veces no son la mejor opción para tratarlas. Los tratamientos para desvanecer las cicatrices son realizados únicamente por el médico especialista. ¡Cuídate, infórmate!