• Por vergüenza, pacientes con HS tardan más de ocho años en ir a consulta
• La enfermedad de la piel crónica e inflamatoria no tiene cura sólo se controla
• Los primeros síntomas aparecen en adolescencia y afecta a 3 mujeres por cada hombre
La hidradenitis supurativa (HS) es una enfermedad de la piel que impacta gravemente la calidad de vida de quienes la padecen y, aunque tiene una baja prevalencia, “es importante generar conciencia sobre su diagnóstico y tratamiento oportuno, pues muchos pacientes tardan hasta más de ocho años en consultar a un especialista quizás debido a que las lesiones aparecen en zonas íntimas y se sienten apenados”, refirió la doctora Gladys León Dorantes, Presidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD).
La hidradenitis supurativa es una enfermedad cutánea inflamatoria, crónica y recurrente que se genera por la obstrucción de las glándulas sudoríparas apócrinas1. Se manifiesta en zonas del cuerpo en donde hay fricción o en zonas con alta densidad de sudor como las axilas, ingles, debajo de los senos y glúteos.
“Se caracteriza por abscesos y fístulas que van dejando cicatrices. Las lesiones son dolorosas, se agrandan y supuran, lo que ocasiona que los pacientes no puedan sentarse o no puedan mover los brazos a causa del dolor, lo que impacta mucho en su calidad de vida”, afirmó.
Aproximadamente 50% de los pacientes experimentan picazón, ardor, escozor, dolor y mal olor2. Si bien las lesiones suelen aparecer en lugares poco visibles, al romperse manchan la ropa y pueden despedir un olor desagradable, recalcó.
Los primeros síntomas aparecen en edades tempranas, generalmente entre los 15 y 20 años de edad2, y su prevalencia es de tres mujeres por cada varón3. En México se desconoce su incidencia, sin embargo, a nivel mundial el 1% de la población adulta padece hidradenitis supurativa2.
Respecto de los factores detonantes para desarrollar HS, la doctora Gladys León Dorantes aseguró que no se han encontrado causas específicas y que se considera una enfermedad multifactorial. En aproximadamente el 40% de los casos se ha encontrado que el paciente tiene el antecedente de algún familiar con HS3.
“Existe predisposición genética y factores como problemas hormonales u obesidad hacen más propensas a las personas a desarrollar esta afección”, mencionó.
El tratamiento depende de la gravedad de la afección; en ocasiones los pacientes sólo requieren de medidas específicas de higiene, regular la sudoración, aplicar antisépticos locales y bajar de peso. Hoy en día existen además, para los casos más severos tratamientos innovadores que ofrecen un muy buen control de este padecimiento.
Los desodorantes, productos de depilación, la fricción, el rasurado, el calor y el sudor actúan como factores agravantes, por lo que es de gran importancia acudir con un especialista ante la aparición de las primeras señales. “Hay pacientes que no asisten a consulta porque las lesiones aparecen en zonas íntimas y sienten vergüenza, pero entre más avance la enfermedad sin tratamiento es más difícil combatirla”, concluyó la Presidenta de la FMD.