Las lesiones que ocasiona el acné son la principal causa de consulta dermatológica, el cual afecta a entre el 70% y 87% de los adolescentes, aseguró la doctora Susana Canalizo, integrante de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD), quien detalló que “su mayor incidencia es entre los 13 y 25 años de edad, condición que afecta a ambos sexos, con mayor predominio en mujeres, aunque es más severo en varones”.
De acuerdo con la doctora Canalizo Almeida, el acné es una enfermedad de la piel que, de no ser atendida oportunamente por un dermatólogo, puede dejar cicatrices para toda la vida. “Se trata de un padecimiento crónico, con periodos en los que parece desaparecer y otros en los que se agrava y que, además, afecta la imagen, calidad de vida y estabilidad emocional de quienes lo padecen”.
La también Secretaria de la FMD expuso que en adolescentes mexicanos el acné se presenta un 90% en hombres y 79% en mujeres, mientras que en adultos afecta 3% a hombres y un 12% a mujeres. Cabe mencionar que la tendencia a tener acné puede persistir hasta los 30 o 40 años.
El acné se produce cuando los folículos pilosos se llenan de grasa y células muertas de la piel. “Es una enfermedad que surge por diversos factores, entre ellos la secreción exagerada de ácidos grasos libres producidos por estímulo hormonal de las glándulas sebáceas, el taponamiento del folículo piloso y consecuente inflamación del mismo, así como la presencia de bacterias (propionibacterium acnés)”.
Más aún. El acné generalmente se manifiesta en frente, mejillas, nariz, cuello, espalda, pecho y rara vez en hombros y glúteos. Se caracteriza por presentar seborrea ‒incremento de la secreción de grasa‒, comedones (granos) abiertos o cerrados (espinillas), y abscesos de diferentes tamaños, que en algunos casos pueden ser muy grandes y confluir varias lesiones.
El objetivo de los tratamientos contra el acné es reducir la seborrea, evitar la formación de nuevos granos, eliminar los ya formados, así como disminuir las lesiones inflamatorias y, una vez controlado, mejorar las secuelas ‒manchas y cicatrices‒, pero también se busca evitar o espaciar las recaídas, sobre todo en la adolescencia, etapa en la que el acné no se cura, sólo se controla.
Por su parte, el doctor Javier Ruiz Ávila, también médico integrante de la FMD, explicó que “el cuidado dermocosmético de un paciente con acné es tan importante como el tratamiento farmacológico. Para la limpieza de la piel se recomienda utilizar un jabón antiacné de PH ácido (entre 5.4 y 6.0), sin abrasivos y sin alcohol, que se pueda enjuagar fácilmente. Así como dermolimpiadores que contengan ácido salicílico, que favorece la exfoliación y contribuye en la mejoría del acné”.
Asimismo, añadió, hay prácticas comunes a las que recurren los pacientes con acné, las cuales resultan erróneas y pueden empeorar la afección como lavar excesivamente la cara, exprimir los barritos ‒deja cicatriz la mayor parte de las veces‒, no utilizar un fotoprotector o suspender los tratamientos dermatológicos por los efectos secundarios de estos (resequedad, enrojecimiento o irritación), los cuales son temporales.
Finalmente, el doctor Javier Ruiz, especialista en cirugía dermatológica y dermato-oncológica, enfatizó la importancia de utilizar productos prescritos por un dermatólogo para evitar que el paciente empeore, así como prescindir del uso de remedios caseros y productos milagro. “Deben acudir con un especialista cuando inician con este problema para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado”.
Fuente:
cronica.com.mx