• Con un diagnóstico oportuno se puede superar la enfermedad
• El melanoma es el tipo más agresivo y mortal
• Cada año se diagnostican 16 mil mexicanos con estas neoplasias
A pesar de seguir las medidas de higiene y prevención que las autoridades han emitido debido a los contagios de covid-19, la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD) advirtió que es importante que la población no olvide realizar autoexploraciones periódicas cutáneas pues esta medida es clave para un diagnóstico oportuno de cáncer de piel, padecimiento que ha incrementado su incidencia en un 500% en los últimos años de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Cancerología.
En el marco del Día Mundial del Cáncer de Piel, que se conmemora el 13 de junio, la doctora Rossana Llergo, Presidenta de la FMD, enfatizó la importancia de la autoexploración ya que actualmente el 80 por ciento de las muertes por cáncer de piel son por melanoma un tipo de cáncer que puede prevenirse.
De acuerdo con la especialista, los tres tipos de cáncer de piel más frecuentes son el carcinoma basocelular, carcinoma epidermoide y melanoma. Éste último, a pesar de ser el menos frecuente, es el más agresivo, peligroso y mortal.
“El carcinoma basocelular se presenta con frecuencia en sitios de exposición solar intensa como cabeza y cuello al igual que el carcinoma epidermoide, sin embargo, este último necesita de otros factores para su desarrollo como: lesiones premalignas como las queratosis actínicas, exposición a sustancias cancerígenas como el humo del tabaco, sitios de quemaduras o cicatrices, entre otros”, detalló.
Por otra parte, agregó que el melanoma se trata de un tipo de cáncer que puede presentarse a partir de un lunar o un novo (sitio donde no se tenía lunar) además la predisposición genética, el antecedente de quemaduras solares, contar con más de 50 lunares en el cuerpo y tener piel, ojos y cabello claros son factores determinantes para su desarrollo.
“Cualquier mancha con irregularidades en el pigmento o lesión que aparezca en la piel que sangre, forme costra, no cicatrice, así como un lunar que haya cambiado de características, puede tratarse de cáncer, por eso es importante que ante cualquier lesión sospechosa se acuda con el especialista de forma inmediata para un diagnóstico y tratamiento oportunos”, apuntó la especialista.
En cuanto a los signos de alarma en un lunar señaló los siguientes: bordes irregulares, color no uniforme, diámetro mayor a 6 milímetros, cambios de tamaño, forma, tonalidad, dolor y sangrado. “El cáncer de piel generalmente se observa en mayores de 60 años, con excepción del melanoma que tiene un pico de incidencia en menores de 40 años”, alertó.
Por último, agregó que “para la autoexploración recordemos la regla del ABCDE: A de asimetría, debemos observar si los lunares no son redondos y tienen ángulos asimétricos; B de borde, entre más irregular sea el borde del lunar más hay que examinarlo; C de color, si tiene más de dos colores puede ser peligroso; D de diámetro, el tamaño no debe ser superior a los 6 milímetros y, por último, la E de evolución, donde se detectan todos los cambios que pueda tener”.
Para finalizar, la presidenta de la Fundación resaltó la importancia de utilizar protectores solares con un Factor de Protección Solar (FPS) mayor a 30 y reaplicarlo cuatro veces al día aún cuando no salgamos de casa por la contingencia. “La clave está en el diagnóstico oportuno, todos los tipos de cáncer si se diagnostican a tiempo, son curables”, concluyó.