- Manchas faciales afectan principalmente al género femenino.
- Uso de anticonceptivos, embarazo y radiación solar provocan melasma, popularmente conocido como paño.
- Daño acumulado por radiación solar frecuentemente es causa de lentigos.
Difícilmente a una mujer le agrada notar su cara llena de manchas pues tiene un impacto importante en el aspecto estético. La aparición de cambios en la pigmentación de la piel como el melasma, popularmente conocido como paño, y lentigos conocidos como manchas por la edad, puede afectar la autopercepción de las personas, principalmente de las mujeres, pero también ser preámbulo de padecimientos más graves afirmó la doctora Rossana Janina Llergo Valdez, miembro de la Fundación Mexicana para la Dermatología.
De acuerdo con la doctora Llergo Valdez, “el melasma (también llamado cloasma, máscara del embarazo o paño), se caracteriza por la presencia de manchas de color café claro, oscuro o grisáceo de contorno irregular y límites difusos en diferentes áreas de la cara; como frente, mejillas, nariz, labio superior y mentón”, destacó la también miembro de la Academia Mexicana de Dermatología.
“Este trastorno se presenta con mayor frecuencia en el género femenino pues afecta a nueve mujeres por cada hombre debido a que entre los factores desencadenantes se encuentra la exposición a la luz solar, el embarazo (de un 50 a 70 por ciento después del parto en las dos terceras partes), uso de anticonceptivos o durante la terapia hormonal sustitutiva en menopausia”, explicó.
Por otro lado, “los lentigos son lesiones características de la piel fotodañada, consecuencia de la exposición a radiaciones ultravioleta de alta intensidad de forma intermitente y acumulada que se presentan como manchas color marrón de bordes y coloración regular”, destacó la también miembro de la Academia Mexicana de Dermatología.
“Estas manchas pueden aparecer con mayor frecuencia en la edad avanzada –por la acumulación del daño que ocasiona la radiación solar–, pero también en adultos jóvenes de tez blanca, en particular aquellos con fototipos claros que sufren quemaduras solares con facilidad y no se broncean” explicó la doctora Llergo.
“La mayoría de las personas acuden al dermatólogo para mejorar su aspecto, sin embargo, la presencia de manchas léntigos se asocia a un incremento de dos a cuatro veces del riesgo de carcinoma epitelial y de dos a seis veces de melanoma, uno de los cánceres más peligrosos”, aseguró la doctora Rossana Janina Llergo Valdez, integrante activo de la Fundación Mexicana para la Dermatología.
En la actualidad, se cuenta con diversos tratamientos como despigmentantes tópicos y procedimientos como las quimioexfoliaciones (peelings) superficiales seriadas, luz pulsada intensa o tratamientos con láser.
En ese sentido “para tratar ambos padecimientos es indispensable que antes de iniciar un plan terapéutico se realice una historia clínica exhaustiva, con especial énfasis en los factores predisponentes, patrón de exposición solar del paciente, tratamientos previos y sus resultados” comentó la doctora Llergo.
Para finalizar, la especialista en dermatooncología recomendó el uso diario de fotoprotector solar de amplio espectro con reaplicación cada 4 horas para prevenir la aparición de manchas que detonen en cáncer de piel y en caso de aparición y persistencia se debe acudir con el dermatólogo.