El acné es una enfermedad inflamatoria que afecta al folículo pilosebaceo. Durante la adolescencia se tiene mayor propensión a padecer una que otra lesión, muchas veces ocasionada por una falla en el balance de la producción de grasa.

El acné no es curable pero se puede controlar y la evolución a largo plazo tiende a ser en la mayoría de los casos a la mejoría.

Afecta por igual a hombres y mujeres, sin embargo, tiende a ser más severo en los varones por la presencia de testosterona. En ocasiones, el maquillaje, las cremas no apropiadas en la cara, algunos medicamentos, la auto prescripción, el abuso de vitaminas y las alteraciones hormonales pueden agravarlo.

Riesgos

Desafortunadamente, estudios realizados en México por la Fundación Mexicana para la Dermatología, indican que un medicamento para el tratamiento de acné de dudoso reconocimiento científico ocupa el primer lugar de uso entre los jóvenes con acné.

Muchos jóvenes creen que tener acné afecta su relación con los demás, además consideran que por su condición es probable que surjan problemas de desarrollo laboral o profesional.

Por todo esto es importante que acudas con especialistas calificados para que te ayuden a resolver de una mejor manera la situación.

¡ Cuídate, infórmate! El acné es una enfermedad estigmatizante que puede conducir a la depresión y en casos severos hasta el suicidio, por ello es importante acudir con el especialista para tratarlo de manera oportuna.

Hay que concientizar también entre los familiares y conocidos de quienes padecen acné que fomentar el respeto hacia ellos es clave para su bienestar.

Recomendaciones

Lo que no se debe hacer:

• Exprimirse en la zona afectada,
• Aplicarse pasta de dientes, y
• Usar derivados de cortisona.

Mitos más comunes

• Que no es una enfermedad, cuando en realidad sí lo es;
• Que se cura con la edad;
• Que las relaciones sexuales lo previenen

Además, la mala información de las personas en cuanto a cuidados y tratamientos sobre acné puede generar un mayor número de cicatrices, así como la publicidad de productos de dudosa calidad puede retrasar la mejoría en los pacientes.